Las organizaciones necesitan dedicar tiempo para contruir escenarios, ideas, sueños de futuro que se puedan convertir posteriormente en realidades que habrá que confirmar y afinar. Emprender e innovar sólo es posible si esos tiempos son reales, si se involucran equipos y personas, y si en ellos es posible romper las lógicas y paradigmas existentes hasta ese momento. Sólo con otras lógicas y desde nuevos paradigmas se abren caminos nuevos. Supone una experiencia para mirar de otra forma, hacerse nuevas preguntas y encontrar respuestas inexploradas hasta este momento.
En concreto, las personas de la organización han de poner mayor atención a la realidad externa en la que se mueven y donde quieren desarrollar sus iniciativas novedosas, enfocar las necesidades, realidades, expectativas de las personas a las que dirige su actividad, construir las características, los principios rectores y las condiciones básicas del marco en el que quieren generar sus ideas, contrastar, cuestionar y cambiar el foco con el que miran sus lógicas, sueños y deseos, generar nuevas, y generar sinergias entre todas las personas de la organización. Son las condiciones para que surjan bocetos de iniciativas realmente innovadoras, conectados a la realidad externa y vinculados a la interna.
Esto sólo es posible a través de procesos activos e implicativos, utilizando metodologías adecuadas que, sobre todo, prioricen el vínculo y contraste entre las personas y sus ideas. Es necesario que la organización tenga la capacidad de desarrollar conversaciones efectivas y espacios de producción de inteligencia colectiva, habilidades en visualización de ideas y generación de prototipos. Para eso se algunas personas de los equipos han de estar entrenadas en técnicas de art of hosting, lego serious play, graphic recording, design thinking, entre otras. Además, no posible avanzar en iniciativas nuevas sin disponer de espacios de contraste externo, con la participación de todos los grupos y personas de interés, de momentos para contrastar y conocer experiencias parecidas que han podido ser ya desarrolladas, de manera piloto o consolidada, de acompañamiento especializado para trabajar sobre la experiencia y recibir orientación técnica y metodológica, y de una comunidad de práctica e innovación que permita la retroalimentación constante y el mutuo acompañamiento.
Eduardo Escobés, coach, consultor y formador